La paciencia es algo que aprendes con los años, pero con un hijo autista vas a tener un curso intensivo.
No te va importar nada estar en buzo y despeinada todos los días, debes renunciar a ti por lo menos los primeros 5 años de vida de tu hijo, el motivo es muy fácil: No puedes ni siquiera pensar en que vas a tener minutos de paz y cuando los tienes solo querrás tirarte en una cama, en un sofá, o en el suelo para cerrar los ojos y dormir hasta que escuches otro grito de auxilio de tu hijo, su abuela, la empleada o cualquier ser vivo que se vea amenazado de alguna manera por una rabieta.
Llantos, gritos y descontrol serán el pan de cada día sin falta y sin tregua, tu hijo llora y no sabes el porqué, nadie lo puede descifrar, porque hasta él mismo no se entiende, entonces parece como un loquito que llora porque alguien simplemente le dijo hola.
No querrás ni tendrás tiempo de arreglarte y poco a poco irás despreocupándote de cualquier tema superficial y las cosas materiales que te rodean pasaran a valer absolutamente nada porque siempre podrá ser roto o malogrado por tu niño azul y la verdad no te va ni interesar.
Yo todos los días usaba un pantalón cargo con muchos bolsillos y cierres, un polo, zapatillas y una liga para amarrarme el pelo, me bañaba cuando podía…
Mi gran diversión era ir al supermercado Wong que quedaba a 2 cuadras de mi casa sin hijos, a tan solo caminar y ver cosas, algo que no siempre podía hacer, pero cuando lo hacia era para mi como ir a Disney World, era caminar lento viendo cosas, así sea ver verduras congeladas, era un pequeño tiempo, era casi como estar en el caribe tomando ron y viendo el mar.
Algunas de esas pocas salidas se veían interrumpidas por una llamada telefónica de mi mamá para decirme por favor ven Adrián ya se despertó!, la verdad regresaba caminando lento con ganas de no volver con ganas de tomarme un bus que me llevara al distrito más lejano de Lima y perderme por horas, o días, o tal vez semanas.
Tener a tu mamá cerca puede ser muy bueno, pero con un hijo autista no lo es tanto, si yo me tome casi un año en digerir que mi hijo tenia autismo pues mi madre se demoró 5 o más años, fue muy difícil para ella, tanto o más que para mí.
Su sufrimiento fue tal que al entrar en una gran negación y depresión se olvidó de mi sufrimiento e indirectamente y sin darse cuenta me culpaba a mi o a mi esposo de lo que le pasaba a Adrián.
Entramos en un circulo vicioso lleno de confusión, miedo, cansancio y frustración, si desde ya los cambios en una pareja al tener un hijo especial son sumamente fuertes sumarle a eso convivir con tu mamá lo hacia muy fuerte y doloroso.
La vida en pareja pasa por un examen super exhaustivo, la evaluación es tan fuerte que muy pocas parejas sobreviven.
Que determina que la pareja sobreviva al autismo, pues primero que nada Dios hay algo completamente inexplicable que logra que las parejas sobrevivan, yo no lo llamaría netamente amor porque por más amor que haya, el autismo es un tsunami que arrastra con todo incluso con el amor, por eso menciono a Dios porque hay una fuerza todopoderosa que logra sacar adelante a una pareja.