Gabriel es un niño astuto, cariñoso y asustadizo, le encanta que le cuenten historias de películas o juegos acerca de monstruos, luego se asusta y pide dormir conmigo y papá.
Ya se lo hemos aceptado unas tres o cuatro veces, pero todas esas veces hemos dormido muy mal porque no entramos cómodamente los tres en nuestra cama de dos plazas, le he prometido que pronto nos compraremos una cama más grande donde podremos dormir los tres, pero obvio solo de vez en cuando, el ya es un niño grande y debe dormir en su propio cuarto.
Gabriel mientras espera la compra de la cama grande me pide todos los días ir a mi cuarto a dormir y se me hace difícil aceptar porque yo trabajo hasta la media noche por lo tanto no va a poder dormir porque en mi trabajo debo conversar con clientes y compañeros de trabajo, y además así me espere despierto hasta la media noche, igual no es sano porque todos dormimos re mal.
Casi todos los días me insiste que quiere dormir con nosotros pero me niego y él me explica que le tiene miedo a la oscuridad porque su amigo le dijo que hay un monstruo que sale en la oscuridad y se come a los niños, según su amigo el monstruo es de color azul con patas blancas, no sé de dónde ha sacado ese niño esa historia o si es producto de su imaginación pero Gabriel se ha creído completamente la historia.
La verdad es que al margen de la historia y del niño que aun estoy buscando para ahorcarlo, me da mucha pena tener que negarle a mi hijo que duerma conmigo así que la siguiente vez que me lo pidió se me ocurrió en ese momento decirle, que te parece si te metes a la cama de Adrián y así duermes acompañado.
A lo que el me respondió que no hay forma de hacer eso porque Adrián es diferente y no entiende nada.
Adrián suele andar muy desconectado de la realidad, las únicas veces que lo puedes conectar con la realidad es si le muestras un dulce, un muñeco o un juguete muy colorido, Adrián se conecta cuando pide algo, ya sea para comer o para tocar.
Por esta razón Gabriel esta creciendo casi como hijo único porque no cuenta con su hermano para jugar o conversar, salvo muy pocas ocasiones donde Gabriel le intenta enseñar un juego y Adrián lo sigue, pero en lo que es conversar con el no hay forma alguna de hacerlo entonces Gabriel solo le da indicaciones a Adrián casi como si fuera su papá, indicaciones como por ejemplo: Adrián tiende tu cama, cámbiate de ropa, deja esa ropa en el tacho de ropa sucia, trae tu botella de agua, ponte tus zapatos, etc.
Ellos duermen juntos en el mismo cuarto en un camarote, Adrián abajo y Gabriel arriba, el camarote esta pegado a una pared, entonces le di la idea de dormir con Adrián porque si el camarote esta pegado a la pared y el duerme pegado a la pared no le va a pasar nada porque el monstruo que no existe pero que el insiste de que si existe, y que bueno si es que fuera verdad de que existe y quisiera entrar al cuarto entraría por la puerta o por la ventana y se comería a Adrián primero y que él tiene tiempo de gritar y escapar.
Le explique que yo tengo que trabajar durante la semana pero que los sábados puede dormir conmigo y papá.
Gabriel no quedo muy conforme pero no le quedo de otra que aceptar, igual me dijo que no había forma de dormir con su hermano porque el no entiende nada; me fui de su cuarto con pena y le dije que cuando terminara de trabajar iría a darle un beso como siempre.
Yo todas las noches después de trabajar voy al cuarto de mis hijos para darles un beso y también para hacer orinar a Adrián porque desde que le quitamos el pañal que le poníamos en la noche (eso fue como a sus 9 años o sea hace un año recién), se suele orinar en la cama de madrugada, pero si lo hago orinar a la media noche me aseguro de que eso no suceda.
Me fui a trabajar pensando en que pena que Gabriel no cuente con Adrián, que debe ser muy triste para el crecer con un hermano autista porque es casi como crecer solo, en mi experiencia cuando los hermanos duermen juntos y alguno tiene miedo pues se tienen el uno al otro para acompañarse y poder pasarse a la cama del otro si es necesario.
Ese día termine de trabajar y me fui apenada a darles un beso y cuando fui a despertar a Adrián para que vaya al baño sentí que algo se movía a su lado y pensé que tal vez era que el gato se había metido en su cama como alguna vez ha pasado, pero no, me encontré con Gabriel a su lado, fue una escena hermosa que quedara grabada en mi mente por siempre.